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En este arte marcial se coordina la fuerza, la respiración, el equilibrio y la postura. En Medellín, jóvenes karatecas de cuatro a diez años son formados aprendiendo sus técnicas, bajo principios de humildad, respeto y exigencia en la disciplina, por encima de todo.

 

Texto y fotos Alejandro Arboleda Hoyos

aarbol12@eafit.edu.co

 

“¡Puño al suelo, no: puño al frente para el rival!”, les dice Lina Marcela Gómez Alzate a sus alumnos, un grupo de diez niños entre cuatro y ocho años que a esa hora entrenan en el coliseo de combate de la Unidad Deportiva Atanasio Girardot, de Medellín.

 

Ellos hacen parte del club de karate Entrenarte, semillero deportivo que tuvo sus inicios hace 11 años en La Mota, una urbanización que dio nombre a ese barrio del occidente de Medellín.

 

Tras cuatro años allí, se trasladó al Barrio Belén La Palma y, finalmente, se desplazó para este coliseo donde hoy desarrolla sus actividades de enseñanza. Además, creó otras dos sedes en los municipios de Envigado y Rionegro.

 

Actualmente, el club cuenta en la sede de Medellín con alrededor de 30 niños que entrenan entre los martes miércoles, jueves, viernes y sábados. Ellos, además de desarrollar sus capacidades y ser instruidos sobre el arte marcial, son formados como personas para la sociedad.

 

En filas, uno al lado del otro, se preparan para una clase de una hora en la cual aprenden las destrezas básicas de este arte marcial, en un escenario que tiene como implementos adicionales aros, conos y cuerdas.

 

“Formamos profesionales para la vida”

 

Los miércoles y viernes entrenan los más chicos, que son alrededor de 25 niños entre cuatro y diez años, y también un grupo de adultos que está empezando a surgir. Estos últimos, que son aproximadamente diez, realizan una nueva modalidad denominada “karate fitness”, que consiste en practicar este deporte no en sentido competitivo sino como parte de un proceso de acondicionamiento físico.

 

“Aquí no solamente estamos formando campeones mundiales, aquí formamos profesionales para la vida”, declaró Lina Marcela Gómez, la maestra encargada de esta labor de trabajar con los “pequeñitos”.

 

Ella se considera como “una mamá” para los menores a los que les trasmite todo su conocimiento. Es la fundadora del club, una deportista antioqueña que es actualmente campeona mundial con título obtenido en The World Games Cali 2013, representando a Colombia.

 

Esta talentosa deportista tiene 28 años y es oriunda del

municipio de Rionegro, Antioquia. De sus 28 años de vida,

lleva 24 en este arte marcial. Fue motivada a practicar

deportes desde los cuatro años de edad, por su madre,

Cecilia Alzate.

 

En ese entonces también practicó atletismo, baloncesto,

patinaje y natación, pero a los 12 años tomó de decisión

de guiarse solo por el rumbo del karate. Esto fue

debido a su buen desempeño, a sus compañeros y a que

este deporte la “enamoró”, como ella misma lo dice.

 

Lo que piensan los pequeños karatecas

 

“Me gusta el karate porque puedo defenderme”, dijo Samuel Pava,

quien tiene tan solo seis años y practica este deporte desde los tres. Samuel entrena los martes, jueves y sábados. Él tiene como referente a su profesora Lina, desea en el futuro “ganar muchísimas medallas” y llegar a ser un deportista de talla mundial, así como ella.

Con 10 años de edad recién cumplidos, Dayana Escudero es una niña que lleva siete practicando este arte marcial. Según ella, el karate le enseña a ser disciplinada por las reglas que debe cumplir y a ser más elástica. “Lo hago porque me puedo divertir en las clases”, así define ella la principal razón de entrenar.

 

Brandon David Mejía tiene ocho años y entrena desde hace dos. Entre sus razones para practicar el karate, la principal es: “A mí en la escuela un niño me pegaba, entonces me metieron al club para que me defendiera”. Brandon dice que este arte marcial le ha sido de suma importancia para ser juicioso y cumplido; además, cuenta que espera llegar a ser algún día como su “profe”.

 

                                                                     Una característica peculiar que tienen en común los niños de Entrenarte es que al referirse                                                                        a un ícono del karate para ellos, dicen que únicamente es “la profe Lina”. Ella, por su lado,                                                                          asegura que enseñarle a los niños es “un camello” (trabajo difícil), pero afirma que es su                                                                              pasión.

 

                                                                     “Yo con los niños me convierto, obviamente les exijo porque es un deporte que necesita                                                                             mucha disciplina. Soy como una mamá más, los cuido, los consiento y los quiero, pero                                                                       en clase los regaño y los disciplino”, concluye la deportista encargada de esta labor.

 

                                                          El deporte los disciplina: padres de familia

 

                                                                      Ceneida Vergara es la tía de uno de los niños que hacen parte del club. Según ella, el karate                                                                       “los hace personas más responsables, más esmeradas, pues se preocupan mucho más por                                                                       el deporte y el estudio”.

 

                                                                      Gloria Serna, una de las madres que lleva a su hijo a entrenar y es un apoyo incesante para                                                                       él, opina: “Todo deporte es muy importante para estos niños y a mí me parece que                                                                                     especialmente este es bueno como defensa personal”.

Ellas son dos de los muchos familiares que se sientan en las tribunas del escenario deportivo y con paciencia observan cómo los niños son formados y realizan las actividades del deporte que les apasiona.

 

Una parte esencial de los deportistas son sus familiares porque son los quienes les brindan el apoyo y dedicación desde el hogar. Son las personas que acompañan, sin importar la hora y el día, compartiendo con el niño sus dificultades y éxitos.

Más que golpes y patadas, el karate se basa en disciplina

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