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El grupo Castores comenzó hace 14 años, pero legalmente lleva 10 años formando nadadores. Su estructura se divide en tres grupos: Formativo, que tiene entrenamiento de dos a tres veces por semanas; Pre-competitivo, el cual trabaja todos los días, dos horas diarias; y Competitivo, con un entrenamiento de dos veces al día todas las semanas.

 

Este municipio se reconoce por el gran aporte cultural y deportivo que brinda a sus habitantes. La mayoría de los integrantes del Club Castores practica también otro deporte y se ven beneficiados con el aporte de la Alcaldía en los proyectos culturales, deportivos y de entretenimiento.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Un apoyo especial

 

Los profesores y directivos del Inder reconocen las dificultades económicas que varios alumnos viven, por esto cuentan con un plan de apadrinamiento.

 

Seis alumnos pertenecen a este proyecto. Ellos pasaron por un proceso de estudio donde se expuso el caso de su familia y se evaluó su rendimiento en los entrenamientos. Luego se les asigno una familia que se haría cargo de los gastos del deportista en cuanto a un porcentaje de la mensualidad de la clase y para la totalidad de los gastos de las competencias.

 

César Rendón comenta: “Una de mis mejores competidoras es beneficiaria del plan de apadrinamiento, tiene solo diez años y aunque su alimentación no fue ni es la más adecuada, entrega todo en las competencias”.

 

Gracias a estas ayudas, muchos estudiantes luchan y se esfuerzan diariamente por un sueño; un sueño que les permite visualizar un futuro mejor sin recurrir a la violencia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El sueño Olímpico

 

Juan Manuel Quintero, de once años, pertenece al Club Castores hace seis años. Dice que sus mayores logros los ha obtenido en los Inter-colegiados realizados en los municipios de Guatapé y Andes, y en el torneo Pony, que se hizo en Medellín el año anterior.

 

Su sueño, al igual que el de su compañero Diego Rendón, va más lejos: obtener la ficha Fecna (certificado de la Federación Colombiana de Natación) y llegar a participar algún día en unos Juegos Olímpicos.

 

El entrenador afirma: “Para que un nadador pueda lograr un triunfo se necesita constancia, sacrificio y disciplina, pues la natación es monótona”.

 

También explica que la alimentación es esencial: se debe tener en cuenta el metabolismo del nadador y la cantidad de grasa que tiene, pues el gasto energético es grande y por esto se debe comer más carbohidratos, proteínas y fibra. También es importante tener una buena hidratación, ya que es el deporte donde más se deshidratan los deportistas.

 

Antes de una competencia, la comida debe ser de digestión rápida, como proteína blanca y carbohidratos, debido a que se absorben de manera fácil y el organismo logra extraer la energía necesaria”, aclara Rendón.

 

Un nadador está listo para competir cuando obtiene los tiempos necesarios que se requieren pero, de igual modo, debe tener la actitud adecuada frente a la competencia, pues se requiere esfuerzo, dedicación y disciplina.

 

Rendón dice: “El competidor debe estar dispuesto a entregarlo todo en los entrenamientos, a sacrificar su vida social por entregar ese tiempo a nadar, a recibir órdenes y acatarlas”.

 

Muy importante la ayuda familiar

 

Gloria Helena Suaza, madre del nadador Diego Rendón, de once años,

dice que apoya a su hijo en la natación: “Es una actividad física muy

completa para el desarrollo físico, espiritual y mental de los niños”.

 

Los padres de Diego aportan económicamente en los accesorios

necesarios que su hijo necesita para su práctica y, de igual modo, en los

gastos de las competencias, que son aproximadamente 60 mil pesos, sin

incluir la inscripción que vale alrededor de 20 mil pesos. Sin embargo,

reconoce que el club del Inder ayuda con el transporte y busca recursos

por medio de bazares, bingos y rifas para cubrir la mayor cantidad de

gastos posibles en las competencias.

 

Sandra Cuervo, madre de Samuel Zapata, agradece al club el aporte de

crecimiento que le brindan a su hijo. Ella afirma que gracias a la

natación Samuel tiene su mente enfocada en algo productivo y

cuenta con sueños de superación personal, es un niño sano que sabe que

debe alimentarse bien, que no puede trasnochar, beber y que bota su

energía en el agua.

 

Diego Rendón comenta que nació para la natación, que se siente feliz en el agua y libre. Él concluye manifestando que es un sentimiento que  comparten los nadadores del Club Castores: “La natación, más que un deporte, es un estilo de vida que solo personas grandes con disciplina, esfuerzo y metas pueden practicar”.

Piscina de El Retiro, la cuna de los Castores

 

 

Muchos de los grandes campeones son de pequeños municipios donde, pese a las limitaciones, lograron salir adelante. En Antioquia, una de esas escuelas de formación está en una localidad de clima frío donde el primer reto que deben superar los nadadores es derrotar la temperatura del agua.

 

Por Manuela Garcés Echeverri

mgarces8@eafit.edu.co

 

Un grupo compuesto por 60 nadadores, en el cual el más chico es de escasos seis años y el más veterano de solo 20, desafía las aguas heladas de la piscina del municipio de El Retiro, localidad situada a 32 kilómetros al oriente de Medellín.

 

Ellos pertenecen al Club Castores, grupo que por medio de una formación integral y un complemento psicomotriz, busca transmitir a través de la natación los valores del respeto, responsabilidad y competitividad individual, donde se exploren a ellos mismos y puedan sobrepasar sus metas, según explica el entrenador, César Augusto Rendón.

 

La piscina, ubicada detrás de la sede deportiva del Inder (Instituto Municipal de Deportes), presenció el sábado 21 de septiembre los juegos inter-colegiados, que contaron con la presencia de diferentes equipos de Antioquia. Estos deportistas se enfrentaron en distintas modalidades y solo los que resistieron el agua de 18 grados centígrados pudieron aspirar a obtener las medallas.

 

 

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